Un nano PLC es un PLC muy pequeño que frecuentemente incorpora un paquete modular de montaje en panel de perfil bajo
Los PLCs o controladores lógicos programables juegan un papel esencial en los sistemas de control, y hoy me gustaría detenerme a analizar, en concreto, su enorme potencial a la hora de ahorrar espacio y costes en procesos que no dependen exclusivamente de la precisión.
Recordaré, para comenzar, que los PLCs son dispositivos basados en microprocesadores que se utilizan para controlar procesos o máquinas industriales. Proporcionan funciones avanzadas, que incluyen monitorización, control y sistemas de comunicación para compartir datos a través de redes.
Los responsables de seleccionar esta tecnología enfrentan con frecuencia varios desafíos. Ante todo, destacan muchos conceptos erróneos sobre qué tipo o clase de dispositivo utilizar en cada ocasión, por ejemplo, a la hora de equilibrar el coste y la capacidad necesaria para una determinada tarea.
En este sentido, si bien los componentes discretos ofrecen un control simple y fiable, a menudo carecen de la capacidad de configuración o escalabilidad necesaria para cumplir con los cambiantes requisitos que, cada vez más, caracterizan a los sistemas industriales. El uso de un PLC reduce estos obstáculos; y el uso de un nano PLC supone, además, más capacidad sin aumentar el coste o esta complejidad. Pero ¿cómo influye el tamaño del PLC en el diseño del sistema de control y qué significa exactamente "nano"?
Un nano PLC es un PLC muy pequeño que frecuentemente incorpora un paquete modular de montaje en panel de perfil bajo, comparado con las soluciones montadas en bastidor que tienen un módulo base y espacio para tarjetas opcionales. Los relés inteligentes se lanzaron como dispositivos de relé fáciles de usar para reemplazar temporizadores, contadores y relés tradicionales. Estos dispositivos han evolucionado, conservando sus opciones sencillas de programación, al tiempo que han adoptado funcionalidades como el control de procesos o las operaciones matemáticas, que los han hecho merecedores de esta nueva nomenclatura elevándolos a la clase de nano PLC.
Los Nano PLC suelen ser más pequeños y menos potentes que sus hermanos ‘micro’ o pequeños PLCs. El conocido “I/O count” solía ser el factor decisivo que determinaba cuándo se necesitaba una clase más alta, pero esto se ha eliminado con nuevos diseños ampliables. Hoy en día, si una aplicación no requiere control de posición, precisión de alta velocidad, o la capacidad de controlar múltiples dispositivos a través de comunicaciones industriales, un nano controlador podría ser la opción acertada para ahorrar tanto espacio como costes.
De esta forma, el uso de un nano PLC ofrece escalabilidad para incluir protecciones simples, como la monitorización de temperatura, o funciones más avanzadas como el control de la eficiencia de una bomba, por ejemplo, para detectar bloqueos y enviar advertencias y recordatorios de mantenimiento a un sistema SCADA o directamente a un correo electrónico del técnico en cuestión.
En definitiva, creo que no debemos subestimar el potencial de los nano PLCs, ya que se trata de un producto que ofrece innumerables ventajas tanto a instaladores y electricistas, como a integradores de sistemas o fabricantes de pequeñas máquinas.
Conscientes de que el enorme potencial de los PLCs no es proporcional a su tamaño, en Eaton hemos hecho un gran hincapié en modernizar nuestra serie de PLC inteligentes ultracompactos; un proceso que culmina con el lanzamiento y las posteriores actualizaciones del EasyE4, un nano PLC de clasificación mundial ideal para aplicaciones de iluminación, gestión de energía, control industrial, o home automation entre muchas otras.
Autor: Por Román Cazorla, responsable del segmento MOEM en Eaton España