Una práctica recomendada para mantener en buen estado las válvulas es tomar una referencia para sus medidas de rendimiento cuando se sabe que funcionan bien. Dado que la mayoría de las válvulas usan una señal de entrada de 4 a 20 mA, un instrumento de comprobación con una señal de salida en mA puede determinar la señal de entrada en mA necesaria para impulsar la válvula de control a lo largo de su rango de funcionamiento. El 710 resulta ideal para ello.
En el mejor de los casos, la documentación se realizará en el momento de la puesta en servicio de una válvula o después de una reparación. De este modo, el técnico registra la "firma" de la válvula en el estado ideal y puede realizar la gráfica de la señal de salida en mA o de porcentaje de apertura respecto a la señal de entrada aplicada. La información se almacena junto con la hora, el número de la etiqueta de la válvula y la fecha en que se realizó la prueba. A continuación se puede utilizar un software de gestión de calibración para gestionar esta información.
Una vez registradas las firmas de rendimiento de referencia de las válvulas, se debe establecer un intervalo de mantenimiento para comprobar su rendimiento. Este intervalo dependerá de si la aplicación es exigente o poco intensiva. Por ejemplo, algunos dispositivos instalados en sistemas de apagado y seguridad deben comprobarse cada tres meses.